Ver cómo estas dos Harley-Davidson vuelven a la vida no es magia... pero es casi

Poder restaurar una moto significa que inmediatamente tenemos acceso a esa máquina, algo que ya es importante. Aunque más importante es que tengamos el conocimiento, el presupuesto, el tiempo y las manos para poder llevarlo a cabo.

Por eso hay tantos proyectos de restauración que quedan a medio terminar y nunca llegan a buen término. Afortunadamente este no es uno de ellos y gracias al minucioso trabajo realizado por el YouTuber Ruedas en el tiempo, Podemos ver todo el proceso detrás de una restauración épica.

Y no se trata de restaurar una moto cualquiera, sino de restaurar una Harley-Davidson que tiene casi 70 años. Aunque el reto es aún mayor porque como veréis, entre la restauración principal también nos deleita con el proceso que está realizando con una Harley Twin Run de 1914, ¡nada más y nada menos que una moto de 110 años!

Pero volviendo al proceso de restauración, el primer paso, como comentábamos, era tener acceso a la máquina a restaurar para posteriormente hacer una valoración de lo que necesita. Estamos ante una Harley-Davidson Panhead de 1955 que también tiene sidecar.

Hay que decir que para una moto que tiene casi tres cuartos de siglo no está en muy mal estado, aunque una cosa es que no esté en estado de calamidad y otra que esté lista para arrancar porque, Además, lleva algún tiempo aparcado. Pero hay algo muy importante: es completamente de serie, con sidecar incluido.

Esta Harley-Davidson Panhead incluso tiene marcha atrás

El segundo paso es empezar a revisar el estado en el que realmente se encuentra para poder ponerlo en marcha y, por supuesto, es en este punto cuando se empiezan a encontrar los detalles que hay que revisar. Afortunadamente, tienen todo lo necesario y el conocimiento para solucionar los problemas que surjan, como por ejemplo la caja de cambios. Un momento que no debes perderte si quieres saber cómo funciona una caja de cambios, aunque solo tenga cuatro marchas y marcha atrás.

Al finalizar y antes de continuar con todo el proceso de restauración, toca hacer una comprobación rápida y ver si Panhead se despierta del sueño. No neguemos que arrancar las motos no es algo que nos haga sentir especialmente nostálgicos, el motor de arranque es un gran invento. Pero si la compensación tras esa patada es que la moto vuelva a la vida, merece la pena.

Por supuesto, a nuestro amigo todavía le queda un largo camino por recorrer si quiere que Panehad vuelva a lucir como nuevo. Aunque al menos ahora sabes que nada está lo suficientemente dañado como para que no valga la pena restaurarlo.